Hoy estoy muy contenta por el comienzo de clases de Seba. Al principio pensé que iba a ser fácil, pero el primer día que llegamos y ver el lió que me hizo para entrar a la salita no lo podía creer que me este pasando. El no lloraba, como otros chicos que quería estar con su mamá, él lloraba porque no quería dejar de jugar en el patio para ir a la salita.
Cuando llegamos entramos a la salita, no quería hacer nada, cada vez que la Seño cantaba gritaba Alto, alto!!! como nadie le hacia caso, se tiro en el piso a dar patadas y una de esas patadas fue en la cabeza de un nene. Que vergüenza para mi... el pobre nene hizo puchero pero no lloro. Pobrecito.
El segundo día fue un poco mejor, Hicieron una ronda y cantaron canciones, una media hora en el patio y la merienda, y salió un poco mas contento.
Hoy no dejaban entrar a los papás, sí si alguno lloraba, así que nos quedamos afuera. Lo espié por la ventana y vi que no se saco la mochila. Estaban todos los nenes tomando el la merienda y quería sacarle las masitas a la nena de al lado, es mio!, le decía. Así que pedí permiso para ayudarlo un poco, después de eso, se porto muy bien. Pero ya se que tengo que enseñarle a que saque su merienda de la mochi.
Esta muy contento con el jardín, estos día cuando ve un grupo reunido, enseguida empieza a agarrarle las manos para hacer la ronda. Y en casa le agarra la manito a Sofi, la gorda apenas se mantiene en pie y él quiere que corra y juegue. jaja
Esperemos que pronto dejen los paros de lado y que el tiempo de adaptación termine para que se pueda acostumbrar mas al jardín.
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